En el mundo de Anmaere, al norte de la ciudad de Whithren, caballos salvajes corren por los páramos y en la costa. Son el producto de exportación más valioso de la ciudad, y por ello son constantemente cazados y vendidos por todo el mundo. Para los habitantes de Whithren, este comercio abre un enorme abanico de posibilidades, pero principalmente les ofrece la opción de escapar de la ciudad para visitar el continente vecino de Levithen, o simplemente de empezar de nuevo. Mientras tanto, en una pequeña casa justo al norte de la ciudad, una mujer muere dando a luz. Sus últimas palabras son un intento de explicar a su hija el tipo de vida que tendrá, y que heredará un sueño recurrente que debe guardar en secreto, dado que contiene recuerdos de otra era muy anterior a la suya, una en la que la magia y la leyenda existían en el mundo.